No es un nuevo disco… pero la nueva edición que acaba de salir representa una ocasión para hablar sobre uno de los mejores discos del pasado.
Verdaderos padres del country alternativo, Uncle Tupelo nacieron en la segunda mitad de los años Ochenta en Belleville, Illinois. Jay Farrar y Jeff Tweedy se criaron con las baladas de Hank Williams y la música tradicional de Woody Guthrie, Leadbelly y de Carter Family, transformando sus raíces musicales en la base para una extraordinaria mezcla donde añadir elementos punk y noise, su otra gran pasión, siguiendo las huellas de Black Flag, Husker Du, Sonic Youth.
Su álbum de debut fue NO DEPRESSION, mismo titulo de una famosa canción de la época de la Gran Depresion, firmada por Carter Family que será utilizada como inspiración para una nueva revista dedicada a los nuevos fermentos country del país norteamericano.
Coordinados gracias al preciso baterista Michael Heidom, los dos miembros de Ucle Tupelo construyeron un disco vibrante que alcanzó su máximo nivel con la potente ‘Graveyard Shift’, una estupenda cabalgada casi hard rock bastante fiel al original, y en la versión del clásico de John Hardy ‘Leadbelly’.
La música enojada y eficaz viene acompañada por letras que nos hacen pensar, demostrando la atención de Farrar hacia los problemas y las temáticas cotidianas. Interesante la interpretación de la rápida ‘Train’, la más rural ‘Screen Door’ y la versión casi metálica de ‘Blues Die Hard’.
No obstante hayan sido los primeros en buscar la conjunción entre punk y country, Uncle Tupelo demostraron su directa relación con una matriz profundamente folk, influenciada por artistas del calibre de Gram Parsons o Neil Young, para finalmente separarse por culpa de las tensiones entre sus integrantes Farrar y Tweedy que acabaran creando otras dos bandas, respectivamente Son Volt y los más famosos Wilco.
5 / 5 stars