Bruce Springsteen aparece con un insólito tono intimo y reflexivo en el documental ‘The ties that bind’ que acompaña, con más de una hora de duración, el homónimo box set dedicado a los años 1979/1980 del periodo de ‘The River’.
“No quería ser un simple narrador, más bien quería probar en ser parte de lo que estaba pasando. ‘The river’ es un intento de dar un salto dentro las vidas de las personas. He intentado sacar mis personajes del asilamiento de ‘Darkness on the edge of town’ escribiendo canciones que respetasen la edad que tenía: con 30 años empiezas a entrar en el mundo de los adultos, relaciones, éxitos y fracasos”.
Hemos visto el documental, dirigido por Thom Zimny y es muy distinto respeto a otros producidos por ejemplo para las reediciones de ‘Born to run’ o ‘Darkness on the edge of town’. Es principalmente una película catártica, donde el Boss muestra su parte más sensible y psicológica, un viaje profundo, introspectivo, en los varios momentos de la creación artística de Bruce en uno de los momentos más delicados de su carrera.
Entre 1979 y 1980, Springsteen y algunos miembros de E Street Band empezaron a ponerse una americana durante los conciertos (como se nota en el concierto del 5 de noviembre de 1979): el Boss estaba cambiando, creciendo, la sensación de hacerse mayores muy presente en muchas canciones de ‘The river’. El mundo de ‘Born to run’ aparece realmente ya muy, muy lejano.
Para contar esta historia, Zimny ha elegido un punto de vista diferente del pasado: el material raro y de archivo son elemento segundarios. ‘The ties that bind’ se centra en el dialogo de Springsteen con sigo mismo, en su casa, en su garaje, a menudo con primeros planos muy intimos, directos, hechos adrede para captar cada mínimo movimiento de la boca, de los ojos, para robar una emoción al rey de los duros del rock.
Springsteen habla, susurra, canta en acústico los temas de ‘The River’ y podemos escuchar “Two hearts”, “The river”, “Hungry heart”, “The ties that band” y sobretodo “Independence day”, “Point blank” y “Wreck on the highway”. Estas últimas tres regalan emociones muy particulares: son versiones más intensas y maduras, suenan casi como si fueran otras canciones.
En el documental, Springsteen cuenta la historia del disco, la decisión de descartar la versión como sencillo prevista para 1979 (incluida en el box set) y de volver al estudio:
“Era un buen álbum pero no lo suficiente grande como para lanzarlo así como estaba. Nadie pensaba hacer un doble álbum pero las canciones necesitaban más contenidos, más energías”.
El resultado fueron 100 canciones grabadas en menos de 24 meses…
Así se desvela el secreto del alma bipolar del disco: el lado más rock (“no podíamos romper con nuestras raíces“) y el otro más personal y sensible (“las historias de las canciones son trozos de vida, huelen a vida y cualquiera puede reconocerse en ellas“).
Escuchamos también los inéditos del box set: hay dos CD de ‘The River’ en versión original, un tercer disco con el sencillo de ‘The River’ con algunas canciones diferentes respetos al tracklist del doble álbum. Pero sobretodo hay 11 canciones indicadas como ‘Record One’, completamente inéditas, una verdadera joya para los fans del Boss: destaca la balada “Stray bullet” y muchas otras en estilo pop rock que nos devuelven el sonido de Little Seven (coproductor del disco) como “Party lights” (que más tarde servirá para realizar la más completa “Point blank”).
