No cabe duda: alguien como Drew Daniel merecía un descanso de la música conceptual. Junto con el socio M.C. Schmidt, Daniel convirtió la ilustre carrera de Matmos en una verdadera fragua teórica, transformando la búsqueda de los sonidos encontrados más dispares en un punto de partida para investigaciones irreverentes.
Mirando su discografía en retrospectiva, a veces es más fácil recordar las ideas detrás de los discos, en lugar de sus títulos: el creado completamente con los sonidos de una sala de operaciones; el hecho por telepatía. Aquel donde jugaban con una lavadora y en el que, para celebrar sus 25 años de unión personal y artística, utilizaron los más variados objetos plásticos como herramientas, inmortalizando la resistencia nociva del material.
La crítica de ‘Shall We Go on Sinning So That Grace May Increase?’ nuevo álbum de Soft Pink Truth
Sin embargo, con su proyecto en solitario Soft Pink Truth, desde 2001 hasta hoy, el multiinstrumentista de Baltimore a menudo ha vuelto a explorar las implicaciones políticas y de identidad de los géneros musicales, adoptando un enfoque inspirado tanto por el rigor del sociólogo como por la desobediencia del activista queer… Si en Do You Party? (2003) puso en crisis el intelectualismo de IDM al buscar desesperadamente sus zonas erógenas, en Do You Want New Wave Or Do You Want The Soft Pink Truth? (2004) Daniel llevó el vigor y la vitalidad de Crass, Minor Threat y Rudditional Peni, entre otros, al electro dub. Y en Why Do The Heathen Rage? (2014), diez años después, tuvo éxito en su aventura más imprudente, a saber, poner el black metal desnudo al cuestionar las suposiciones ideológicas problemáticas de un género que amaba (Confessions Of A Former Burzum T-Shirt Wearer, fue llamado a no caso el ensayo incluido en el folleto del CD).
Tanto con Matmos como con Soft Pink Truth, los proyectos de Daniel nunca han dejado de ser tan intelectuales como irreverentes y divertidos, un compromiso difícil de alcanzar cuando la música y la política se unen. Y es precisamente por esta razón que en un momento en que las aspiraciones teórico-políticas de la electrónica experimental son omnipresentes, la elección de Daniel de imprimir su álbum más plácido y tranquilizador y, escuchar sin conceptos, está configurada sí como un merecido descanso pero, al mismo tiempo, un poco como una oportunidad perdida.
En lugar de volver y mostrar nuevamente su how it’s done, este nuevo disco ‘Shall We Go on Sinning So That Grace May Increase?’, (título extraído de la Carta a los romanos de San Pablo), refleja el intento de Daniel de encontrar la paz interior después de la guerra. Entendida, como la elección de Trump. «No quería hacer música de ‘hombre blanco enojado’ en un modo puramente reactivo», explica, y así, por primera vez, recurre al medio ambiente y la cuenca clásica contemporánea en busca de una dimensión extática, un producto de una creatividad destinada al «autocuidado».
En cuanto al éxtasis, vamos bien. Las voces de Angel Deradoorian, Colin Self y Jana Hunter, guían este lento y relajante ascenso hacia lo sublime, a menudo modulando como un mantra una sola palabra o una oración completa, como el título del álbum en la apertura de Shall, una maravillosa canción de cuna arrulladora arrastrada por zumbidos de fondo matizados y realzada por el crepitar de un fuego en primer plano.
En sus mejores momentos, el disco encuentra soluciones inesperadas de continuidad entre las abstracciones de la música sacra y el dancefloor, como en la unión entre el ruido del cuerpo de la microhouse de We y el espiritual-esotérico de Nurse With Wound-iana Go. Para este fin , los riffs cortos en el piso adquieren una calidad propulsora y, a menudo, se repiten, se dejan colgados en busca de bucles hipnóticos que aluden a un posible punto de encuentro entre una contemplación mística y el combustible de una sesión de baile apotropaico (Sinning).
Al posicionar las voces de sus colaboradores como guías espirituales en medio de estas oscilaciones entre los sonidos mundanos e incorpóreos, ‘Shall We Go on Sinning So That Grace May Increase?’ nos recuerda los momentos de epifanía entre la Tierra y el Paraíso de Angels In America, una obra que este Drew Daniel como compositor minimalista podría actuar maravillosamente en una clave posmoderna.
A excepción de las explosiones alarmantes, penetrantes, pero relativamente fugaces, de cortes de sintetizador vocal y puntillista en las pistas finales Grace y May Increase, sin embargo, el álbum alcanza en su totalidad sus alturas iluminadas sin sacudidas particulares. Imposible no disfrutar del estado de gracia elegantemente buscado por Daniel en estos brillantes tres cuartos de hora: ‘Shall We Go on Sinning So That Grace May Increase?’ se puede apreciar con gratitud, un poco como el regalo temático de cuidado personal que no esperarías de tu amigo más anarquista…
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El tracklist de ‘Shall We Go on Sinning So That Grace May Increase?’
1. Shall 03:10
2. We 05:29
3. Go 02:33
4. On 04:42
5. Sinning 06:17
6. So 05:34
7. That 05:06
8. Grace 06:18
9. May Increase 04:17