Chesney Henry Chet Baker Jr. nació el 23 de diciembre de 1929 en Yale y tras una vida llena de música y excesos, falleció en Amsterdam el 13 de mayo de 1988, siendo recordado como uno de los principal exponentes del cool jazz.
Chet Baker se acercó a la música de muy joven, cantando en el coro de la iglesia de Yale y empezando a tocar la trompeta estudiando en la Glendale Junior High School, aunque su aprendizaje fue principalmente intuitivo: años después declaró que podía leer una melodía pero que las siglas de los acordes para el no tenían ningún sentido.
Considerado uno de los trompetistas de mayor lirismo de la escena jazz después de la Segunda Guerra Mundial, Chet Baker debe su fama a un sonido frágil e intenso que inspiró a muchos músicos jazz de los años Cincuenta.
Pronto su talento le permitió tocar junto a Charlie Parker, alcanzando la notoriedad con su cuarteto sin piano formado con el saxofonista Gerry Mulligan.
Los conciertos, la fama internacional, el dinero ofrecieron un océano de tentaciones al artista que sufrió de una tremenda dependencia de heroína que marcó su vida y su rostro de forma muy evidente, llevándole hasta en la cárcel en Italia. Su carrera musical sufrió un importante parón por culpa de la droga, cuando unos delincuentes le rompieron la mandíbula para deudas no pagadas.
Tras muchas intervenciones de cirugía, casi milagrosamente, Chet Baker pudo volver a tocar su trompeta. Su sonido se hizo todavía mas peculiar e inconfundible, como una ligera voz. quizás su período mejor, hasta los últimos años de su carrera, transcurrido en Dinamarca, a lado del guitarrista Doug Raney y del bajista Niels-Henning Orsted Pedersen.
El fotógrafo y cineasta Bruce Weber decidió rodar una película sobre él, titulada “Let’s get lost”, pero Baker, murió poco después del final de la filmación, en circunstancias poco claras, cayendo del balcón de su habitación en Amsterdam.