La investigación sobre la trágica muerte de Arthur Cave, uno de los dos hijos adolescentes de Nick Cave, ha revelado que el joven, fallecido el pasado 14 de julio precipitando en un barranco de unos 20 metros en Ovingdean Gap, Brighton, donde vivía con la familia, asumió alucinógenos antes de la fatídica caída.
La droga ingerida sería LSD pero, como afirman varios medios de comunicación británicos, nada se sabe todavía sobre el presunto pusher que proporcionó dicha sustancia al hijo mayor del frontman australiano de los Bad Seeds.
Serían dos los testigos claves entrevistados por la policía: dos automovilistas vieron a Arthur vagar en evidente estado de confusión en el prado cercano al acantilado de Brighton.
Una vez llegado a limite del precipicio, Arthur habría sobrepasado la recensión de seguridad, cayendo al vacío. Uno de los testigos, que viajaba con a bordo su propio coche, dándose cuenta del peligro, habría intentado llamar la atención del joven, persiguiéndole hasta unos segundos antes de la trágica caída.
Arthur Cave fue declarado muerto poco después su transporte en el cercano hospital del condado de Royal Sussex como consecuencia de viarias fracturas y graves hemorragias internas.
A continuación, una imagen del lugar del trágico incidente: