No ha sido fácil redactar la reseña del nuevo álbum ‘Artpop’, tercero y esperado trabajo de Lady Gaga, considerando que según la eclética popstar solo fans y expertos tendrían el derecho en exprimir opiniones y juicios. No obstante no sea un Little Monster, intentará presentar el disco de la mejor forma posible, pido perdón de antemano por las solas tres estrellas pero ‘Artpop’ de mi punto de vista no merece más.
Lady Gaga es una artista anómala: un personaje súper famoso que pretende poder controlar opiniones y puntos de vistas sobre su música cuando es el máximo ejemplo de rebeldía, libertad absoluta y originalidad. Quiere constantemente estar bajo los reflectores, cada ocasión es buena para que se hable de ella y sus extravagancia pero todo ello, últimamente, se está convirtiendo en una aburrida auto-celebración.
Una presunción inebriada por la ciega fe de sus seguidores y fans. Hasta llegó a prohibir la escucha del disco utilizando los altavoces de los ordenadores, con un perentorio aviso publicado en su perfil de Twitter.
Pero la verdad es que se encuentra en una etapa delicada de su carrera musical donde no es suficiente crear canciones mainstream para un especifico publico: Lady Gaga vive encerrada en un producto que la obliga casi siempre a ser exagerada. Hasta la fecha, de un punto de vista musical, hubiera sido posible atacarla porque cada canción, cada nuevo single, también los más débiles, siempre presentaban un impulso creativo extraordinario, con resultados interesantes y casi siempre innovadores.
Desafortunadamente en ‘Artpop’, ahora, el peso de la imagen del personaje Lady Gaga se ha sustituido a la fantasía y cada tema se ha convertido en un experimento auto celebrativo: un álbum fragmentario y bastante confuso (en línea con su portada) donde las líneas melódicas ahogan en una producción a veces realmente incomprensible.
‘Aura’ es una mezcla de elementos, un circo musical donde conviven guitarras western y una voz que pasa de un estilo musical al otro, algo que se repite en bloque central de las pistas de la numero 9 a la 12 (que hubiera sido mejor cortar del álbum…) donde las sombras del electroclash acompañan un desfile de zombis (Donatella Versace, Will.i.am, David Guetta) que no parecen divertirse demasiado.
En ‘Jewels n’ drugs’ Lady Gaga es victima de si misma en un pésimo experimento hip hop, mientras en ‘Venus’, Madeon no consigue volver a ofrecer la sustancia de su house francés, con el resultado de un tema realmente poco radiofónico.
Solo cuando Lady Gaga utiliza un estilo más personal, los resultados mejoran. No lo hace utilizando las palabras universales de ‘Born this way’ pero se nota un diferente calor totalmente ausente en las otras canciones. ’Dope’ es una intensa carta dedicada a sus fans, la eufórica ‘Gypsy‘ examina su pasado turbulento y se acerca a algunas de sus mejores producciones (‘The edge of glory’) con el primer single adelanto, ‘Applause‘ que cierra el disco analizando su relación con la fama y el éxito, matizando su derecho a la ovación del público.
Algo que nunca le ha faltado y que evidentemente nunca es suficiente.
Tracklist: Aura, Venus, G.U.Y., Sexxx dreams, Jewels n’ drugs, Manicure, Do what U want, Artpop, Swine, Donatella, Fashion!, Dope, Gypsy, Applause.
3 / 5 stars