Según Martin Sheen, narrador del documental ‘James Dean, Forever Young’, “…en cada actor, en cada hombre, hay un poco de James Dean“.
Sin duda el legendario sex symbol nacido en 1931, inevitablemente gracias a su trágico final, pertenece a ese panteón de estrellas y mitos de fama inmortal.
El joven rebelde rodó apenas 3 películas entre 1955 y 1956, ‘Al Este del Edén’ (dirigido por Elia Kazan), ‘Rebelde sin causa’ (Nicholas Ray) y ‘El gigante’ (George Stevens) que pero fueron suficientes como para revolucionar la vida de millones de adolescentes y cambiar el estilo de recitación de los actores de los Años Cincuenta.
A distancia de años, James Dean sigue inspirando generaciones de estrellas de Hollywood, convirtiéndose en verdadero icono cultural del arte popular moderna, a lado de otras almas malditas como seguramente Marilyn Monroe.
Para recordarlo hemos elegido 11 anécdotas e historias que muy pocos conocen:
1. Su forma de vestir
No obstante su imagen pública era siempre perfecta, James Dean prefería un estilo descuidado, libre, muchas veces solía presentarse a cenas y reuniones con zapatos recién estrenados pero vistiendo jeans sucios o desgarrados. Una vez, un critico cinematográfico dijo que Dean se vestía como una “cama deshecha”.
2. Hubiera sido abogado
Durante sus estudios en el instituto, demostró grandes dotes oratorias en discurso públicos y debates, con mucha creatividad a la hora de inventar argumentaciones en favor o en contra de una opinión.
3. La complicada relación con Marlon Brando
Para James, Brando era un ejemplo, un modelo para seguir e intentó construir una amistad con el más famoso colega pero el protagonista de ‘Un tranvía llamado Deseo’ nunca aceptó esta relación amistosa. . Colega del futuro presidente Antes de llegar al cinema, James trabajó mucho para la televisión. En esta fase inicial de su carrera tuvo la oportunidad de conocer y trabajar con Ronald Reagan, el futuro cuadragésimo presidente de los Estados Unidos (1981-1989)
5. Olvidado por su padre
Dean tuvo una pésima relación con su padre. Tras quedarse viudo, decidió dejar el joven James en las manos de los tíos y nunca volvieron a encontrarse ni a hablar.
6. Casi mago
James Dean era apasionado de magia y solía sorprender los amigos con pequeños juegos de prestigio. Su truco más conocido era comerse un cigarro y sacarlo de la boca encendido.
7. Dientes falsos
Los dos incisivos anteriores del actor eran falsos: Dean los perdió durante un accidente ocurrido de pequeño.
8. Nominación póstuma
Fue el primer actor en recibir dos nominaciones a los premios Òscar tras su muerte, sin pero ganar ninguno. Recibió un Globo de Oro especial por su interpretación en “Gigante”.
9. Apasionado de música
Su canción preferida era “When Your Lover Has Gone”, mientras el disco que amaba escuchar más veces al día era “Songs for Young Lovers” de Frank Sinatra. No le gustaba solo la música pop de los Cincuenta si no también el jazz, la música clásica y la afro-cubana que adoraba tocar con un pequeño bongo.
10. El sentimiento de culpa de Rock Hudson
Los dos actores protagonizaron el set de “Gigante” pero nunca surgió una verdadera amistad, los dos acabaron casi odiándose. Rock Hudson sufrió mucho cuando llegó la noticia de la muerte del ex colega de trabajo.
11. Una muerte previsible
Dean solía decir que no hubiera superado los treinta años. Muchas veces los amigos le recordaban los peligros de su pasión por la velocidad y los coches de carreras. Un día contestando a uno de ellos, dijo: “No hay mejor forma de morir: es rápido, limpio y todo evanece en un tripudio de gloria”.
James Dean con su Porsche Spyder 550 en 1955