Grooveshark no encuentra paz. La empresa pionera de la música online en streaming, mucho antes que Spotify o Radio, ha sido entre las primeras plataformas en ofrecer música de forma legal a los usuarios de Internet.
Durante sus 10 años de actividad, Grooveshark ha tenido que enfrentarse a muchísimas dificultades.
En 2012 recibió una denuncia conjunta firmada por todos los principales sellos discográficos (EMI, Universal, Sony y Warner) que pretendían el pago de los derechos de copyright por millones de euros. Luego la exclusión de Google Play, el ban de App Store y otros problemas con algunas redes sociales como Facebook.
En septiembre de 2013, se ha solucionada la polémica con las discográficas internacionales, gracias a nuevos acuerdos de licensing y por fin los directivos de Grooveshark pudieron descansar un poco.
Al menos hasta la fecha: ahora nuevos problemas llegan de parte de la BPI, British Phonographic Industry, asociación de los comerciantes de música del Reino Unido, que ha nuevamente demandado la compañía de música en streaming por violar los derechos de autor.
Una noticia que llega en un momento muy delicado para Grooveshark. El pasado 9 de noviembre, sábado, el responsable del área ventas internacionales, Eddy Vásquez ha sido asesinado en Florida. El joven manager de tan solo 27 años ha sido victima de un amigo y ex compañero de instituto, Andrés Rodríguez Torres.
