Fue la mañana del pasado 11 de enero, cuando el mundo amaneció con la noticia de que el gran cantante británico David Bowie había fallecido, y Berlín y todo aquel que estaba de vacaciones o de paso por la ciudad que, por ejemplo, optaron por buscar algunos hoteles en Berlín en Expedia para alojarse en la capital alemana, sintieron su pérdida muy especialmente. Bowie buscó en el barrio berlinés de Schöneberg, un rincón apartado, donde entre la cocaína y el trabajo pudo componer sus temas y reponerse. Se trataba de un edificio antiguo de fachada amarilla, que pasaba muy desapercibido.
La mañana del 11 de enero, cuando la ciudad se enteró del fallecimiento del cantante británico, muchos fueron corriendo hasta su domicilio para expresar sus condolencias y homenajear a Bowie, en el número 155 de Hauptstrasse, en el barrio de Schönoberg. La puerta de la casa donde residió el cantante se llenó de velas, rosas blanca y una foto a gran formato en blanco y negro del cantante internacional.
“Siempre me han gustado las canciones de David Bowie, para mi siempre ha sido mi cantante favorito y en las reuniones, quedadas y fiestas con amigos nunca han faltado sus canciones”, nos contaba Martin Stillman, un vecino del barrio que nos explicó que sus padres y abuelos alguna vez que otra vieron entrar a Bowie en su domicilio. Por otro lado, un hombre de 50 años, dejó sobre la puerta una rosa de largo tallo y nos contó haber visto a Bowie en tres conciertos que el británico ofreció en la capital alemana, y se fue bastante triste.
A finales de los años setenta, Bowie encontró su inspiración en el Berlín Occidental, donde compuso los tres álbumes de su trilogía de Berlín, Low, Heroes y Lodger. Desde este mismo momento el cantante forjó un vínculo y una fuerte relación con la ciudad, que se manifestó en los homenajes que se le hicieron por todo Alemania.
La muerte del cantante dio la vuelta a todo el mundo, y Berlín no fue la única ciudad donde se homenajeo a Bowie, en las grandes capitales mundiales se pudieron ver altares improvisados o carteles y banderas colgadas por las fachadas con crespones negros.
