Dream River es un disco que hará feliz básicamente cualquier tipo de publico. Gustará a los apasionados del genero como a los que buscan un álbum de estudio compuesto por une buena colección de canciones. El artista que firma el disco se llama Bill Callahan y su nombre será nuevo solo para los que no siguen de cerca la música americana.
Desde su debut en el mundo que antes se conocía como low fi, han pasado 25 años y hoy como entonces, Bill Callahan conserva sus cualidades de cantautor maduro, uno de los mejores interpretes de la música americana.
Dream River es uno de los mejores discos en el ámbito del rock de cantautor de los últimos tiempos y tiene algo más también respeto a ‘The graceless age’ de John Murry, publicado siempre este año, esperando otra comparación con el inminente ‘Fanfare’ de Jonathan Wilson.
Respeto a estos otros autores, Callahan es meno experimental (no utiliza música electrónica como Murry) y menos ambicioso en la integración con elementos orquéstales (punto fuerte de Wilson). De su parte tiene una voz decusamente más poderosa, un timbre oscuro, profundo, acompañado por historias y letras que llegan directos como puñetazos en plena cara.
En la estupenda canción que abre el disco, ‘The sing’, Callahan canta “I’ve got limitations/Like Marvin Gaye/Mortal joy is that way”: cuenta tramas breves, pocas per inteligentes palabras que revelan un mundo solo en aparencia marginal.
Dream River es meno oscuro de Apocalypse, publicado hace dos años, es un disco fuera del tiempo, complejo de un punto de vista musical aunque arreglado con pocos instrumentos con ritmos y colores muy precisos que nos llaman a la memoria el folk jazz de Nick Drake, Tim Buckley o Terry Callier.
La perfecta banda sonora para este otoño que ya ha empezado a llenar nuestros días.
El tracklist del album: “The sing”, “Javelin unlanding”, “Small plane”, “Spring”, “Ride my arrow”, “Summer painter”, “Seagull”, “Winter Road”.
