Un tribunal de Florida emitió una sentencia que exige que 77 acusados, ninguno de los cuales acudió a los tribunales durante la última audiencia programada para la audiencia, pague un millón de dólares por cabeza al Apple Corps, una compañía fundada por los Beatles en 1968 que aún se ocupa de los intereses comerciales relacionados con el legado de los Fab Four.
La acusación, que luego fue aceptada por el juez estadounidense, afirmó que a través de la comercialización no autorizada de productos que llevan las marcas «Beatles», «The Beatles» y «Yellow Submarine» los demandados pudieron disfrutar de enormes ganancias causando «daños irreparables» a los legítimos titulares de derechos.
La lucha sin cuartel para falsificar mercancías se enmarcaría en una estrategia comercial precisa adoptada por Apple, que había firmado un acuerdo con la filial de Sony Music Thread Shop para la creación y comercialización de la mercancía vinculada al grupo en América del Norte.
Un duro golpe para los ‘falsificadores’, más dólares para los Fab Four.