Triste e inútil polémica, la que ha sido levantada por el guitarrista y cantante de Eagles of Death Metal, Jesse Hughes cuya declaraciones de ayer han obligado los abogados de la sala Le Bataclan de París en publicar una dura nota de prensa.
El artista, hablando con Fox News, había acusado los miembros del cuerpo de seguridad de la sala de conciertos de París de haber favorecido y permitido el atentado terrorista en que fallecieron más de noventa personas.
Hughes afirmó que la ausencia y la no intervención del personal de seguridad podría haber sido fruto de algún tipo de premeditación.
Bataclan, según lo relatado por Variety, ha contestado al guitarrista con estas palabras:
“Jesse Hughes ha lanzado acusaciones muy graves y difamatorias contra el equipo de Bataclan. Todavía los fiscales están investigando sobre lo que ocurrió esa trágica noche en nuestra sala y todos los testigos han siempre confirmado la profesionalidad y el coraje de los responsables de la seguridad que trabajaron el 13 de noviembre. Gracias a su labor muchas otras personas han podido abandonar la sala con vida”.
Con respeto a esta grotesca noticia, que revela la escasa inteligencia a veces, de nuestros ídolos musicales, es evidente que resulta poco probable el regreso de Eagles of Death Metal a Le Bataclan: Josh Homme y el mismo Hughes habían prometido volver a lo largo de 2016 para terminar el concierto interrumpido por la violencia de los yihadistas.