El Príncipe ha muerto.
Prince Rogers Nelson ha sido hallado sin vida en su casa de Minneapolis, en Minnesota, tumbado en uno de los ascensores de Chanhassen, donde se sitúan los estudios donde trabajaba el cantante y multiinstrumentista.
Las causas de su fallecimiento todavía quedan desconocidas y el agente de Prince, Yvette Noel-Schure ha sido la primera en comunicar la noticia con estas palabras:
“Con enorme tristeza os confirmo la muerte del legendario e icónico Prince que nos ha dejado con apenas 57 años”.
El Rey del Pop fue ingresado el pasado 15 de abril: su avión privado realizó un aterrizaje de emergencia en Illinois para permitir a los médicos asistir al artista pero tan solo 24 horas después la voz de ‘Purple Rain’ participó en un concierto mostrándose en plena forma física.
El mismo presidente de Estados Unidos, Barack Obama ha expresado todo su dolor por este prematuro deceso:
“Un músico capaz de cautivar con simplicidad, el mundo ha perdido uno de sus iconos más creativos. Michelle y yo nos unimos a toda la gente que ha amado su arte y que ahora llora su fallecimiento”.
Nacido en Minneapolis el 7 de junio de 1958 y crecido en una familia de artistas de jazz, ha influenciado muchísimo el panorama musical de los Años Ochenta y Noventa. Cantante, excelente guitarrista, actor, director y productor, desde finales de los Setenta ha firmado obras maestras como ‘1999’, ‘Purple Rain’, ‘Around the world in a day’, ‘Sign O’ the times’, ‘Lovesexy’ llegando a vender más de 100 millones de discos.
Su lenguaje musical, a mitad entre el funk de James Brown, el soul, el rock (Beatles) y el pop, cambió para siempre la historia de la música. Un alquimista de la contaminación, ha inventado una formula musical capaz de fusionar las raíces de la black music con el rock, acercándose al objetivo marcado inicialmente por Jimi Hendrix.
Celebre por sus directos transgresivos, conciertos cautivantes y siempre espectaculares, fue apodado en Estados Unidos como el ‘alter ego demoniaco de Michael Jackson’ y en sus canciones habla a menudo de libertad y sexo (‘Insatiable’, ‘Scandalous’, hasta ‘Cream’), instigando a la rebelión, consiguiendo construir la imagen de un personaje profético, ambiguo, megalómano y anárquico, apareciendo siempre cargado con misterio y erotismo.
Músico irrequieto, híper creativo, creó el sello Paisley Park en 198 y fue el primero en vender música online antes de cambiar de idea en 2015 cuanto empezó una cruzada contra el streaming de plataformas como Spotify y Apple Music, aceptando solo distribuir sus álbumes en Tidal del amigo Jay Z.
Siempre compuso y arreglado las músicas de todos sus álbumes, verdadero perfeccionista, publicó centenares de canciones, firmando absolutos éxitos para otros colegas como ‘Manic monday’ de Bangles y sobretodo ‘Nothing compares to you’ de Sinead O’Connor.
Sus historias de amor llenaron las portadas de las revistas de tendencias, alimentando su leyenda de seductor y amante: Vanity, Apollonia, Kim Basinger, Sheena Easton, Mayte Garcia (el hijo de la pareja murió recién nacido en 1996), antes de casarse con la ítalo-canadiense Manuela Testotini, divorciándose de ella en 2014.
Experimentó también en el cinema con alternas fortunas: en 1984 su ‘Purple Rain’ conquistó gran éxito en las salas (el álbum consiguió 13 discos de platino) pero ‘Graffiti Bridge’ de 1990 se demostró un verdadero fracaso.
El pequeño e inmenso duende de Minneapolis no amaba la prensa y tampoco los colegas. Solamente dos artistas encontraron espacio en su reducida lista de favoritos: Jimi Hendrix y Sly Stone. Sobre él, Miles Davis dijo que era el heredero natural de Duke Ellington.
Pues ahora, querido Prince, podrás tocar con ellos, durante la eternidad. Adiós y como no, escuchamos una vez más ‘Purple Rain’.