Nos abandona otra estrella de la música, en este negro 2016. Keith Emerson (1944-2016) deja nuestra planeta con 71 años, su cuerpo hallado sin vida por su novia en la casa de Santa Mónica, en California, desde hace poco los problemas de salud le impedían tocar sus amados instrumentos musicales.
La policía ha podido constatar el suicido por la presencia de una pistola que habría provocado la única herida mortal en la frente del hombre: en 2010 el artista reveló padecer diverticulitis y haberse sometido a una delicada intervención de cirugía.
Keith Emerson ha sido uno de los músicos símbolos del panorama progressive, uno de los pioneros del Moog y entre los primeros en utilizar los sintetizadores en directo.
Nacido en Tomorden en 1944 se formó escuchando los mayores pianistas de jazz y estudiando música clásica. Fusionando su virtuosismo técnico, el repertorio clásico y el rock pudo convertirse en uno de los artistas más influyentes de su época. Conquistó fama internacional inicialmente a finales de los Años Sesenta gracias al trío Nice (formado por bajo, batería y teclados), firmando los discos ‘Ars Longa Vita Brevis’, ‘Elegy’ y realizando una versión de ‘America’ de ‘West Side Story’ de Leonard Bernstein que se quedó en la historia.
Pero su nombre está principalmente relacionado con otros dos grandes, el bajista Greg Lake, ex cantante de King Crimson, y Carl Palmer, baterista de absoluto talento que tocaba con Atomic Rooster.
Emerson, Lake & Palmer (El&P) en los años Setenta conquistaron público y crítica con el disco de debut con el single ‘Lucky Man’ que todos recordamos por el increíble solo de teclado Moog. Otros grandes éxitos fueron ‘Tarkus’, ‘Pictures at an Exibition’, versión rock de la obra de Mussorsgky, ‘Trilogy’ y ‘Brain Salad Surgery’.
La sonoridades del trío en vivo estaban acompañadas por una replantación muy espectacular: Carl Palmer tocaba detrás de una batería de tamaño enorme (casi un mini apartamento), Emerson, con sus chalecos de piel y el largo pelo rubio, maltrataba un muro de teclados. Solamente Rick Wakeman pudo estar a su altura. Pero además Keith regalaba grandes momentos con su órgano Hammond.
Unos excesos musicales que, poco a poco, generaron la furia regeneradora del punk.
Terminada la experiencia con EL&P, nuestro artista consiguió solamente una vez regresar a la fama de un tiempo, con una versión de ‘Honky Tonk Train Blues’ de Mead Lux Lewis. Tras la reunión en 1992 y a parte las bandas sonoras realizadas para ‘Infierno’ del italiano Dario Argento y ‘Godzilla’, su carrera fue definitivamente comprometida por unos serios problemas de tendinitis.
La noticia de su muerte fue comunicada desde la página Facebook del grupo, por mano de su viejo amigo Carl Palmer. Con Keith Emerson se va posiblemente el mejor teclista de la historia de la música moderna.